23 julio 2017

Revisitando el Pub Kitty's el año del 'consenso constitucional con Cataluña'



La primera consulta ilegal para la autodeterminación de Cataluña se celebró el 9 de noviembre de 2014. En las vísperas Albert Rivera apoyó con su presencia la lectura en Barcelona del manifiesto 'Sí me importa el 9N'. Sin embargo, el inicio del 9N no lo vivió Rivera en Barcelona sino en Madrid. Más concretamente en Telecinco.

En efecto, el líder de Ciudadanos concedió una entrevista en la que anunció la participación de su partido en las convocatorias electorales del año siguiente (andaluzas en marzo, municipales y autonómicas en mayo, catalanas en septiembre y generales en diciembre), pero eludió comprometerse a defender nuestra legalidad democrática con denuncias, rehuyó secundar las realizadas por UPYD y evitó mostrarse partidario de la inhabilitación de Artur Mas.

Con todo, lo más relevante de la entrevista fue que una noche tan señalada como aquella, con la responsabilidad de hablar a millones de ciudadanos inquietos por la situación pero, al mismo tiempo, esperanzados por escuchar al emergente líder político catalán, en lugar de exigir firmeza al gobierno de España para defender la ciudadanía común de los catalanes con el resto de españoles como garantía de sus derechos, Rivera reprochó a Rajoy 'no ser seductor e inteligente para dar soluciones a lo que pasa en Cataluña'.









Desconozco si la postura de Rivera ante el 9N facilitó que los propietarios de 'los teléfonos de las altas torres' tomaran decisiones para aumentar la 'presencia mediática' del político catalán, pero lo cierto es que pocas semanas después comenzó un año 'muy electoral', el 2015, en el que se produjo en España el cambio de escenario político más importante en tres décadas con una significativa bajada de votos de PP y PSOE, los dos partidos que gobiernan desde 1982, así como el declive de UPYD y el auge de Podemos y Ciudadanos.









Llamo la atención sobre el minuto 3:20 de la mencionada entrevista cuando Rivera, tras ser preguntado por la portada de la imagen anterior, responde que hace unos meses ya dijo que había un calendario pactado entre Artur Mas y Rajoy, así como que:

"Lo que no me esperaba yo es que unos que levantan la mano diciendo que desacatan a los tribunales y que votarán sí o sí, y otros que dicen defender la unión de España y la Constitución, se vean a escondidas, nos hagan un teatro en público y luego, a escondidas, pacten cómo salir de esta." 


Y es que dos meses después, el 12 de enero, Carina Mejías, la portavoz de Ciudadanos en el Parlament de Cataluña y candidata a la alcaldía de Barcelona, Enric MilloMiquel Iceta y Felip Puigel Consejero de Presidencia de la Generalidad de Cataluña, junto con varios empresarios, dos militares y un fiscal se reunieron, a escondidas, en el Pub Kitty's

En definitiva, en sólo dos meses Rivera cambió una posición crítica con el 'consenso a escondidas' del 9N, por otra posición, esta vez colaborativa, con un nuevo 'consenso a escondidas': el del Pub Kitty's. 

Tan llamativo como ese cambio de posición fue (y sigue siendo) el 'silencio mediático' sobre esa reunión y sus objetivos de consenso, así como sobre la confesión de Rivera, dos meses después, en un coloquio sobre federalismo con Iceta (ver el vídeo desde 01:15:30), de que podría llegar a aceptar una reforma de la Constitución para un estado 'plurinacional'.

Ignoro si el objetivo de la reunión secreta del Pub Kitty's fue analizar la posibilidad de establecer un 'consenso constitucional' entre el PP, el PSOE y C's con 'Cataluña'. O dicho más claramente, si PP, PSOE, C's y los independentistas catalanes se reunieron para explorar las posibilidades de negociar una reforma constitucional que asegure un estado plurinacional como salida política para el 'procés'. 











Pero lo cierto es que las dos imágenes anteriores acreditan otro cambio de posición del líder de C's: la igualdad y la unión de los españoles. Porque lo que Rivera dijo en octubre de 2015, dos meses antes de las generales del 20D, fue:

"No estoy dispuesto a negociar con nadie que pretenda romper nuestro país"


Sin embargo, lo que Rivera hizo después, en abril de 2016, así como en marzo de 2017, se refleja en la imagen de su saludo a Puigdemont junto al saludo de Rajoy, Sánchez e Iglesias. Una imagen que simboliza que los españoles votamos a cuatro partidos cuyos líderes dialogan con quienes se niegan a prometer fidelidad a la Constitución. 









Lo que también hizo Rivera después de las generales del 20D fue callar ante los ofrecimientos a los golpistas por parte de Xavier García Albiol de 'una reforma constitucional para encajar Cataluña en España' y del propio Rajoy de 'una reforma constitucional para legalizar la consulta'. Así es la ambigüedad calculada de C's. 

En definitiva, lo que veo es que esos tres partidos 'constitucionalistas' avanzan hacia un consenso con los independentistas que desvirtuará el espíritu de la Transición reflejado en la Constitución y que pondrá aún más en peligro la libertad e igualdad ante la ley de todos los españoles. 

Y avanzan, tal y como señaló Rivera en vísperas del 9N y ensayó en el Pub Kitty's, a escondidas, haciéndonos un teatro en público y luego, a escondidas, pactando como salir de esta. Los que desacatan los Tribunales y los que dicen defender la Constitución.